Portada 3

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lunes, 31 de agosto de 2015

¿Qué fue de Micah P Hinson?


Allá por 2004, también en agosto, combatiendo el calor estival escuchando El Ambigú de Diego A. Manrique en Radio 3, de repente sonó una canción larguísima, un eterno lamento de más de 8 minutos sobre Texas, esa fue la primera referencia de este músico. Un año después, en la mítica sala Moby Dick unos pocos privilegiados pudimos ver a Micah P. Hinson. Su careto aniñado delataba una insultante juventud para del discazo que se acababa de marcar: Micah P. Hinson & The Gospel of Progress. Este álbum, 11 años después, sigue siendo un lujo y en el plano sonoro, parece que el tiempo no ha pasado por él. El concierto fue estupendo, a pesar de que era él solo, sin banda y en general con la guitarra acústica. En estas ocasiones, el ronquido y el aburrimiento suelen estar garantizados, pero en esta ocasión, no fue así. Daba la sensación de que años después todos los asistentes íbamos a decir: 'yo estuve allí...'


                                                      


Una voz, un estilo

La grave y profunda voz de
Micah P. Hinson es la principal marca de su estilo. Folk, americana, alternativa, estos son los calificativos más corrientes que acompañan al músico tejano. Así es, ciertamente no es el primero que hace esta música, pero lo innegable es que ha construido un estilo propio. Luego del Gospel of Progress vino Micah P. Hinson and the Opera Circuit, All Dressed Up and Smelling of Strangers y de momento, por último Micah P. Hinson and The Pioneer Saboteurs. Sin dejar de ser todos ellos buenos discos, van, según los fue publicando, de más a menos. Sin perder su tono atormentado y doliente, lo cierto es que ha ido perdiendo intensidad en su música.

La web y el accidente

Los fans podíamos seguir la actualidad de
Micah P. Hinson a través de su web, y podía ser hasta divertido. Ahí publicaba las estrambóticas peticiones de perdón a su amada y ahí también nos enteramos de un accidente doméstico que le provocó una lesión en la espalda que le obligó a suspender una inminente gira, donde iba a tocar con Rufus Wainwright en Madrid, el 21 de junio de 2007. Algo hizo clic, nada fue igual. Los directos de Hinson, en solitario (giró también acompañado de Tachenko), se hacían cada vez más largos y precarios. El 14 de abril de 2008, en la sala Heineken de Madrid, tras romper una cuerda de la guitarra, el público tuvo que esperar pacientemente a que él mismo pusiera otra nueva, el respetable se entretenía a gritos de 'Viva la República'. Eso sí, finalizo ese recital con un Patience realmente glorioso. La última visita de Micah P. Hinson a España fue en 2014, las referencias no fueron buenas: gesto dolorido, apatía y languidez.

Micah P. Hinson se precia de haber nacido el día en que atentaron contra Ronald Reagan, estuvo en la cárcel por falsificar recetas médicas y después de haber dejado un buen puñado de magníficas canciones, hace tiempo que no sabemos nada de él. ¿Volverá? esperemos que sí, que recupere la forma.





miércoles, 26 de agosto de 2015

¡Rocha se queda, Rocha no se vende!


Como ya hemos comentado en este foro, el Bernabéu es un estadio complicado para los propios jugadores del Real Madrid, un mal gesto, demostraciones notorias de indolencia o simplemente un mal día en la sala de prensa y la mayoría del público baja en pulgar o fija sus iras en un jugador, no ceja hasta que el jugador logra subir el pulgar o bien es traspasado a otro equipo. Ricardo Rocha, a pesar de sus sonados goles en propia meta, fue la excepción a esta regla. Fue un jugador muy querido por el madridismo a pesar de estar tan solo un par de temporadas en el Real Madrid.


                                                    

                                           Ricardo Rocha
 

La llegada de Ricardo Rocha

Fichado en el verano de 1991 del Sao Paulo brasileño, tras firmar una muy buena actuación con la selección brasileña en la Copa América disputada en Chile, Rocha ya contaba 28 años cuando aterrizó en Chamartín.
Radomir Antic, entonces entrenador madridista, avalaba su llegada. Poco a poco, Rocha fue dejando muestras de su entrega y de su clase. Era un defensa central contundente, serio, no fue el mejor zaguero de la historia, ni mucho menos, pero en el tiempo que estuvo en el Madrid, no se puede dudar de su entrega a la camiseta blanca marca Hummel, incluida aquella del cuello marinero. Así fue conquistando al Bernabéu, a base de buen juego y esfuerzo. Pero las cosas no iban bien en el Madrid. Tras las 5 Ligas conseguidas por el Madrid de la Quinta, comenzó el dominio azulgrana, a base de inesperados suicidios madridistas con una hora menos respecto a la Península. El magnífico equipo de finales de los 80 se fue diluyendo por salidas que no debieron ser como la de Martín Vázquez, el declive de Hugo Sánchez y Butragueño y el fracaso de más de un fichaje que se suponía estrella.

Cuando marcar en propia meta se hizo hábito

Lo realmente inexplicable de Ricardo Rocha fue la extraña querencia que tenía a marcar goles en propia meta, alguno de ellos, auténticos golazos. En la semifinal de la Copa de la UEFA de 1992, frente al Torino, en el minuto 7 del partido de vuelta, Rocha marcó el gol que le hacía falta al equipo italiano para igualar el 2-1 de la ida, ese que fue el último partido que vio Juanito. El balón venía del lateral del área, tenía cierto peligro, pero el despeje no se veía complicado,
Rocha, mal perfilado fusiló a Buyo como si ni hubiera un mañana. Además, el Torino marcó otro gol, pasando a la final que perderían con el Ajax de Amsterdam. Semanas más tarde, en Tenerife, Rocha marcó otro gol en propia puerta, este ha sido el suicidio madridista por excelencia, del que no se puede encontrar explicación. En defensa de Rocha, hay que decir que Buyo protagonizó aquel no-córner, tras pase surrealista atrás de Sanchís desde el medio campo y que Butragueño tuvo en sus pies el 3-1 que habría sentenciado el partido y la Liga, no fue él solo.

La temporada siguiente, la 1992-93, trajo otro nuevo fiasco en la última jornada de Liga y descalabro en la UEFA, esta vez en cuartos de final y frente al Paris Saint Germain que remontó el 3-1 inicial del Bernabéu con un soberbio David Ginolá y George Weah.
Rocha dejó para el recuerdo otro soberbio autogol, en Riazor, frente al Superdépor que ya venía avisando. Eso sí, se ganó la Copa del Rey, frente al Zaragoza, con golazo de Mikel Lasa a Cedrún, sería la última Copa de los merengues hasta bien entrado el siglo XXI, cuando el Madrid volvió a tomarse este trofeo en serio. A pesar de los goles, Rocha seguía dando un rendimiento más que bueno, tanto que el presidente Mendoza le prometió la renovación del contrato.

La despedida de Rocha del Real Madrid

La afición se lo tomó el compromiso presidencial al pie de la letra, pero entre que
Ramis pedía paso para consolidarse desde el Castilla más el fichaje de Rafa Alkorta del Athletic, se consumó la marcha de Ricardo Rocha hacia el Santos de Brasil. El público del Bernabéu intentó dar la vuelta a la situación, el cántico ¡Ro-cha-se-queda-Ro-cha-no-se-vende! se hizo unánime, pero la decisión ya estaba tomada. En 1994 fue uno de los capitanes de la selección carioca que ganó el Mundial de EE.UU. aunque por lesión no pudo jugar más allá de la primera fase. Ricardo Rocha continuó en activo hasta que se retiró en 1998 como jugador de Newell's Old Boys argentino.




lunes, 24 de agosto de 2015

En la muerte de Daniel Rabinovich


El pasado viernes, a primera hora de la tarde, nos sorprendió a todos la triste noticia de la muerte de Daniel Rabinovich, miembro fundador de Les Luthiers. Padecía una dolencia cardíaca que ya le había alejado de los escenarios, pero según contaba Álex Grijelmo en el diario El País en su obituario, nadie esperaba un desenlace tan rápido.

                                                        


Les Luthiers en escena

Ver a Les Luthiers sobre el escenario supone pasar un buen rato escuchando buena música interpretada con inverosímiles instrumentos, disfrutar de diálogos ingeniosos e inteligentes, igual que el humor que hacen, pero sobre todo es ir a reírse, así no es extraño sentir antes de entrar en el teatro ese nudo en el estómago que se tiene justo antes de un partido de fúbol de la máxima rivalidad. No es exagerado decir que Daniel Rabinovich era el ojito derecho del público, el luthier más querido. Su vis cómica será difícil de igualar: su atiplada voz que tan bien utilizaba, sus gestos, los personajes desastrosos que encarnaba, los inigualables trabalenguas, todo esto unido provocaba la risa del público y en más de una ocasión, como le pasó a quien esto escribe, de manera descontrolada e imparable. Pero para saber un poco más de Les Luthiers en general y de Daniel Rabinovich en particular, lean a continuación la breve entrevista que Carlos Faruolo ha tenido la amabilidad de conceder a este blog.

Entrevista a Carlos Faruolo, técnico de sonido de Les Luthiers

Si usted ha tenido la curiosidad y buena costumbre de quedarse a leer los títulos de crédito de las películas y series españolas, seguro que recuerda su nombre.
Carlos Faruolo es el sonidista (responsable del registro de sonido directo y montaje de la banda sonora: diálogos, efectos y música) de títulos tan importantes en la historia del cine español como Las bicicletas son para el verano, Los santos inocentes, Amanece, que no es poco y más recientemente Celda 211, por la que consiguió uno de los varios premios Goya al Mejor Sonido que ha ganado. Sin más preámbulos, pasamos a la entrevista:

¿Cómo llegas a ser técnico de sonido de Les Luthiers, por cuánto tiempo? Después de trabajar con ellos, ya te quedaste en España, ¿verdad?

La verdad es que fue un poco por casualidad. Un domingo fui, con la que era por entonces mi pareja, a ver una función como simples espectadores, a la salida en el hall del teatro mi ex vio que estaba la mujer de Carlos López Puccio, fue a saludarla ya que una de sus hijas iba al colegio donde mi ex daba clase a parvulitos. Al cabo de un ratito vi que me hacia señas para que me acercara, fui y me comentó que ese día se habían quedado sin técnico de sonido y tenían que encontrar uno rápidamente.. ¡el resto te lo puedes imaginar!

En una de las extensas giras que solíamos hacer, el último destino era Madrid, llegamos en Noviembre, lo recuerdo perfectamente porque me sorprendió ver tantas camisas azules, era el 20N y hacia solo 5 años que había muerto Franco. Mi primer paseo por Madrid: el Retiro, la Puerta de Alcalá, Gran Vía, fue un flechazo, esta era mi ciudad, aquí es donde quería vivir, y así fue, terminé mi contrato de verano con ellos en Febrero y ¡en Abril estaba viviendo en Madrid!

A lo largo de los ensayos, ¿podías ver cómo era el proceso creativo de guión e interpretaciones? En las representaciones, ¿había lugar a la improvisación?

Los ensayos eran muy intensos y a medida que se acercaba el día del estreno no íbamos ni a dormir a casa, pasábamos todo el día y toda la noche en el teatro porque la inspiración les llegaba en cualquier momento. Quiero decir, los temas musicales y muchos de los textos estaban ensayados hacia mucho tiempo, pero la “improvisación”, era lo que llegaba a ultimo momento, se hacían teatrillos y cuando se conseguía la improvisación buena se fijaba y ya era parte del guion. Solo se improvisaba cuando ocurría algo extraño en el teatro y solía ser siempre Marcos (Mundstock).

Los instrumentos que usan en las actuaciones, ¿cómo llegaban hasta el diseño final?

Muchos de los instrumentos vienen de la época de Gerardo Masana, hay un luthier que fabrica en función de las ocurrencias de cualquiera que tenga una buena idea, (creo recordar que se llamaba Carlos Iraldi), luego viene nuestra parte en amplificarlo y ecualizarlo para que suene lo mas parecido al original, el “latin” por ejemplo, había 2, uno lo tocaba habitualmente López Puccio y el otro ocasionalmente Daniel Rabinovich, habían sido fabricados exactamente igual y por el mismo luthier, sin embargo el de López Puccio sonaba realmente como un violín y ¡el de Daniel era una verdadera lata! Recuerdo que Carlitos Núñez se paso años buscando una maquina de escribir que sirviera para su “dactilófono”.


Daniel Rabinovich, siempre interpretando el papel de patoso, con sus inolvidables juegos de palabras y los diálogos enloquecidos con Marcos Mundstock, ¿por qué interpretaba él este papel y no otro miembro de Les Luthiers?

Difícil de responder, Les Luthiers nace como un grupo intelectual y elitista de universidad. Es Carlitos Nuñez, el que, ante la imposibilidad de aprenderse de memoria el Teorema de Thales, le pone música. Le hace gracia y lo representa a sus amigos, que le hace más gracia aún. Al principio el esquema era: Marcos (Mundstock) presentaba a Mastropiero y la gracia era el tema musical en sí mismo, la música y la letra, por ejemplo La bossa nostra o el “cazador que volvió a casa con un fuerte dolor acá”. Trabajaban en sitios pequeños para intelectuales bonaerenses, durante mucho tiempo no se conoció la voz de Jorge (Maronna), ni de Puccio, (ademas, reconozcámoslo, no son buenos actores) solo Daniel hacia el “payaso” porque los demás tenían que ejecutar el tema. Pasó mucho hasta que hablaron, pero de pronto vino el éxito y pasaron a un teatro de 2.000 localidades y el esquema cambió, dejaron de ser tan intelectuales y Daniel paso a ser el contacto del grupo con el publico, el cercano al que le pasaban las mismas cosas que a ti.

En tu perfil de Facebook hablabas el viernes, día de su fallecimiento, de algo que pasó en un pre estreno en Rosario, Argentina, y de una relación de amor en general y de odio ocasional entre vosotros, ¿qué ocurrió ese día?

Pues sí, además de 6 músicos graciosos y excelentes, también eran “la empresa”, aquel que crea que aquello eran todo risas y buen rollo se equivoca. También existían problemas en la relación laboral fuera del escenario, que a veces provocaba pequeños distanciamientos y conflictos que inevitablemente los llevabas al escenario. Lo de aquella noche fue una torpeza, y esta mal que lo diga, pero una torpeza de Daniel, ¡fue la única vez en mi vida que me falto 1 nanosegundo para cerrar el master (cortar el sonido) e irme! Era viernes y había muchísimos nervios, el domingo comimos juntos y nos descojonábamos de risa.

¿Cómo era Daniel Rabinovich como persona?

Era un tipo inteligente, educado, un tipo con mucha cultura, un buen tipo, pero también tenia unos prontos que lo querías matar. No era rencoroso si te equivocas tú, sabía perdonar y si se equivocaba él, sabía pedir perdón.

Él era hincha declarado del Real Madrid y de Independiente, tú del Barcelona y de San Lorenzo de Almagro, ¿hablabais de fútbol? ¿Cómo era Rabinovich en su faceta de aficionado?

¡
No recuerdo nunca una conversación de fútbol en todo el tiempo que pasé con ellos, ahora que me lo preguntas, me doy cuenta!

Les Luthiers ya superaron la muerte de Gerardo Masana, miembro fundador del grupo, en 1973, ¿crees que seguirán después de la desaparición de Rabinovich?

Sin ninguna duda, también superaron la de
Ernesto Acher (miembro de Les Luthiers entre 1971 hasta 1986 cuando abandonó el grupo), de hecho Daniel hacia ya algún tiempo que no salia de gira. Les Luthiers es mucho mas que un grupo musical, son un Mito, ¡ahora mismo no se entendería una Argentina sin Les Luthiers!

Le echaremos de menos, ¿verdad?

¡Si Daniel no hubiese existido, habría que haberlo inventado! Ha sido un fenómeno cultural de los que posiblemente no vuelvan a existir nunca más.


Como dice Carlos Faruolo,
Daniel Rabinovich es insustituible. Se va a hacer muy raro ir a ver a Les Luthiers y que él no esté en el escenario. Ojalá se haya llevado tanto bien como sonrisas ha dejado en este mundo y es que generar felicidad era algo que a Daniel Rabinovich se le daba muy bien.







viernes, 21 de agosto de 2015

Beti Jai, la capilla sixtina de la pelota, el documental


Ha sido proyectado en cines de Madrid y ahora acaba de salir editado en DVD el documental Beti Jai, la capilla sixtina de la pelota. Esta joya arquitectónica, construida en los años 90 del siglo XIX, ejemplo de arquitectura de hierro, sigue languideciendo en la calle Marqués del Riscal, muy cerca del Paseo de la Castellana, en el barrio de Chamberí. El Ayuntamiento de Madrid ya es el propietario del antiguo frontón después de una larga disputa legal con los anteriores dueños, pero los trabajos de rehabilitación no han empezado, ni está claro el uso al que va a ser destinado una vez esté puesto en marcha de nuevo, si es que antes no se cae.

                                                            



El documental


En apenas 30 minutos de duración, se suceden los testimonios de la plataforma
Salvemos el Beti Jai, Igor González, quien documenta brevemente la historia del edificio; del ex pelotari y documentalista Fernando Larrumbe, conmovedor testimonio el suyo; y de distintos arquitectos, como Vicente Patón, Antonio Lopera, Alberto Tellería y Álvaro Bonet. Todas estas intervenciones versan sobre las posibles soluciones que tiene el Beti Jai, cómo hacerlo, cómo la política intenta propiciar el derribo del frontón a base de olvido y de una supuesta rentabilidad económica, como si este precioso recinto, único en el mundo, no la pudiera tener. Acostumbrados a ver el Beti Jai desde las azoteas vecinas, el documental aporta el valor de ver imágenes en detalle del frontón, los cerramientos de hierro, las gradas de madera, el policromado de los techos, el enorme frontis, la cubierta de ladrillo de estilo mudéjar... tantas cosas...

Las soluciones del Beti Jai

El Beti Jai o mejor dicho,
aquellos que luchan por su supervivencia, apuestan por un recinto multiusos. Por supuesto, se trata de recuperar su actividad como frontón, pero también que sirva a los vecinos del barrio como espacio polideportivo, como lugar para celebrar actos culturales: proyecciones de cine, teatro, conciertos musicales, también para desfiles de moda -sería el local ideal para la Pasarela Cibeles, como bien apuntan en el documental- y desarrollar toda aquella actividad que permite tener un aforo de unas 3.000 personas. Después de todo, locales de estas características no hay muchos en Madrid.

Salvar, rehabilitar y poner en funcionamiento el frontón Beti Jai supondría
darle valor la arquitectura, a la cultura, a la memoria de un tiempo no tan lejano. Supondría reivindicar un deporte que, como dice el periodista Josetxo Lizartza en sus transmisiones, es nuestro, no hemos tenido que traerlo de fuera. En este sentido, insisto, es muy triste el testimonio de Fernando Larrumbe. Si un día el Beti Jai cae derrumbado al menos el ex pelotari, las plataformas Salvemos el Beti Jai, Madrid Ciudadanía y Patrimonio, todos los clubes de pelota y ciudadanos anónimos que apoyan esta iniciativa, podrán decir que intentaron que no ocurriera, vaya que sí.

El documental
Beti Jai, la capilla sixtina de la pelota está dirigido por Richard Zubelzu y es una producción de Objetivo Family. El DVD está disponible en la página web www.repormadridtv.com y en la librería 8 y Medio Libros de Cine de la calle Martín de los Heros de Madrid.





miércoles, 19 de agosto de 2015

Sobre Sergio Ramos y el Trofeo Bernabéu


El pasado lunes, Sergio Ramos firmó la renovación de su contrato con el Real Madrid hasta el año 2020, es decir, las próximas 5 temporadas contando con la que está a punto de empezar. Otra noticia que protagoniza el Madrid es que después de un año de interrupción, ayer se disputó el Trofeo Santiago Bernabéu ante el Galatasaray turco.

                                                          



La renovación del nuevo capitán

Mucho se ha hablado y escrito sobre la renovación de Sergio Ramos por el Madrid, el hecho es que ningún medio ha presentado una prueba o documento que dé fe que las cantidades de las que se han hablado son las correctas, por tanto,
no sabemos realmente lo que puede costar al Madrid la firma del jugador sevillano. Tal y como está estructurado el fútbol a día de hoy, lo único que prueba la firma del nuevo contrato es que ambas partes tienen la intención de seguir juntas a lo largo de las próximas cinco temporadas, con los riesgos que ello implica para el club y jugador. Hemos tenido muy recientes dos salidas del club por diferentes motivos con contrato en firme e incluso renovado poco antes de la salida del jugador, son los casos de Casillas y Xabi Alonso. Por tanto habrá que ver si Ramos termina el contrato y de qué forma abandonará el club cuando llegue la hora. La respuesta de buena parte de la masa social ante el disparate de salida de un mito como Iker Casillas, parece que ha hecho pensar a la Junta Directiva, esta podredumbre afectiva que vive constantemente el Madrid no gusta, para nada, al socio y al aficionado madridista.


Vuelve el Trofeo Bernabéu

En este sentido, parte de la reacción de la Junta directiva ha consistido en que ayer por la noche
se volviera a disputar el Trofeo Bernabéu después de un año de interrupción. Falta de fechas fue la excusa que se puso hace ahora 365 días, pero como hemos podido ver esta pretemporada, el Gamper sí que se ha jugado a pesar de que el Barcelona ha tenido que disputar la Supercopa europea y la española. Es decir, cuando se mira bien el calendario, todo es posible. Es verdad que el público que acude al Bernabéu en estas ocasiones no es el habitual de la Liga, la fecha no es la ideal, pleno verano, ni siquiera la hora, pero no importa, se entiende que el esfuerzo se ha hecho y el torneo sale adelante. No sólo se hace marca con esto, que también hay que hacerla; se hace club, se refuerzan lazos con la afición. El ambiente es festivo, se ven y se presentan las nuevas caras mientras los veteranos dejan su sello. En definitiva, es el reencuentro después de dos meses de vacío futbolero. No fue un excelente partido, 2-1 al final pero se vieron buenos goles y la gente lo pasó bien. Es, sin duda una buena noticia para el madridismo. Y toca felicitar a quién lo ha hecho posible.










lunes, 17 de agosto de 2015

Riff Raff, la vida sigue igual


Año 1990, Margaret Thatcher vive sus últimos meses al frente del gobierno de Inglaterra, al mismo tiempo, un grupo de obreros escucha atentamente al jefe de obra mientras les explica las condiciones del trabajo: poco sueldo, los impuestos corren a cuenta de la empresa, la Seguridad Social de la de los trabajadores, es decir, trabajarán por cuenta propia, como autónomos. Condiciones leoninas, seguridad en el trabajo casi inexistente, eso sí, el ambiente de trabajo es de plena camaradería. Stevie, Robert Carlyle, es uno más de la cuadrilla de obreros. Recién llegado de Glasgow a Londres, para vivir ocupa un piso con la ayuda de sus nuevos amigos, al poco tiempo, conoce y se enamora de Susan, Emer McCourt, otra squatter, frágil y con aficiones peligrosas.

            
                                                           
                                       Cartel de la película

A través de estos dos personajes principales es narrado este drama de tintes sociales: precariedad laboral, desigualdad social y por tanto inexistencia de oportunidades en las mismas condiciones para todos. La miseria existente en el primer mundo. Para escribir este post ha sido necesario revisar una
antigua cinta VHS de la época, la película fue grabada del Canal + analógico del que ahora se cumplen 25 años de su nacimiento, aquella llave blanca que había que insertar en el decodificador como comprobante de pago. Justo antes de empezar el film, la cadena insertó este cartón a modo de advertencia:

                                                       
                               Cartón de Canal+


Ahora esa decisión artística sorprende todavía más que entonces, año 1991 porque ahora parece que todo aquello que no sea alta definición y sonido envolvente no vale, sin mirar el valor artístico del contenido. Es cierto que al ver después de tantos años esta película, da la sensación de que
el tiempo ha pasado por ella, y no por esta decisión creativa del formato, sino por el montaje, por ciertos registros de los actores, por cómo nos es contada la historia; no es por lo manido del tema, que lo es, sino por cómo se desarrolla la acción y por un final más que previsible. Detalle más que bueno de la película es el contrapunto de humor que ofrece el personaje de Larry, interpretado por Ricky Tomlinson: dicen que estoy más bueno que Yaser Arafat -hasta aquí puedo leer-.

A pesar de lo anteriormente señalado, la película es buena. Lo que inunda de tristeza al espectador es que 25 años después de aquello sigamos prácticamente igual, o peor. Si hay alguien señalado para contar historias sociales,
ese es Ken Loach, como él mismo dijo en su presentación de la película en España, es una historia de obreros que construyen casas pero no tienen dónde vivir. El guión fue escrito por Bill Jesse, una antiguo obrero amigo de Loach, quien basó el script en sus propias experiencias personales. Desgraciadamente, no vivió lo suficiente para poder llevar a ver el estreno de Riff Raff. Esta cinta se estrenó en 1991 en Inglaterra, ese mismo año ganó el premio a la Mejor Película Europea y el Premio de la Crítica en el festival de Cannes.







viernes, 14 de agosto de 2015

The Strypes, nuevo disco y gira


Coja usted cualquier disco que tenga en casa de los Rolling Stones, ahí donde pone 33RPM, súbalo a 45RPM, ponga unos toques de garaje, hasta de punk por qué no, agite y tendrá a The Strypes. Cuando empezaron tocando en garitos de Irlanda Evan Walsh, Peter O'Hanion, Josh McClorey y Ross Farrely tenían apenas entre 16 y 17 años. Tras un tiempo interpretando covers aquí y allá, se autoeditaron su primera grabación de versiones y por aquello de admirar a The Byrds, se pusieron una 'y' en el nombre. Un video clip casero de You Can't Judge a Book by the Cover, clásico de Bo Diddley, llamó la atención de los sellos discográficos. Pronto la legión de fans comenzó a crecer, incluyendo a ilustres como Paul Weller, Elton John, Noel Gallagher, Jeff Beck.

                                                          


Snapsot, el debut

El hasta ahora único LP de The Strypes,
Snapshot publicado por Virgin EMI (iiiiiieeeeemaaaaaiiii, ay, los Pistols) es todo un compendio de buena música, rock and roll, de riffs blueseros, armónicas enloquecidas, líneas de bajo rockeras y de clase, The Strypes tienen mucha claseMistery Man  tema que abre el disco es un perfecto ejemplo de lo anteriormente expuesto, aunque si uno espera es que Keith Richards esté a punto de pasar por delante de los ojos, entonces hay que escuchar What The People Don't See. La faceta más rockera del grupo la muestra What a Shame y con desborde de revoluciones por minuto, Hometown Girls recuerda a aquellos clásicos de los 50 que los Ramones interpretaban como si no hubiera un mañana. Así, hasta doce temas que incluye Snapshot, más que notable disco de debut.

                                                      



Little Victories y nueva gira


Pero la discografía de The Strypes no se para aquí, es muy prolífica en singles y EP, en 2015 ha salido este Get Into It
, Now She's Gone, I Need To Be Your Only y A Good Night 's Sleep And A Cab Fare Home, las cuatro canciones en formato single y como avance de su próximo disco Little Victories que sale a la calle el próximo 21 de agosto. Además, el 4 de septiembre, viernes, dentro del Kutxa Kultur Festival, tocarán en San Sebastián, en el primer concierto de su gira que también pasará por Irlanda, Inglaterra, Escocia, Luxemburgo, Alemania, Holanda, Francia y Japón Impresiona ver la insultante juventud en sus rostros y de lo que son capaces de hacer... ¿qué harán cuando acumulen un poco más de experiencia?










miércoles, 12 de agosto de 2015

Saludos y fotos en el fútbol


Hay cosas que no dejan de llamar la atención en el fútbol por mucho que pasen los partidos, los clásicos, las generaciones de jugadores y las temporadas: rarezas, supersticiones, tradiciones venidas a menos...

¿Cuántas veces se saludan?

Ahora que las cámaras de televisión se adentran cada vez más en el túnel de los vestuarios, los aficionados y espectadores en general
nos damos cuenta de más detalles que antes eran ajenos al común mortales. En realidad este es un espacio que pertenece a la intimidad de los futbolistas, el aficionado no debería saber qué pasa ahí, no es su sitio, lo mismo ocurre al revés. Pero estamos en que los jugadores de los dos equipos que en unos minutos se van a batir el cobre, perfectamente alineados en dos filas se saludan entre sí, antiguos compañeros de equipo, de selecciones o de categorías inferiores. Un poco más tarde llegan los árbitros, todos vuelven a darse la mano, palmadas en la cara, colleja o culo, cuando pasan los suplentes, camino del banquillo otro tanto. Al rato, los gladiadores saltan al circo, presentan armas al público asistente y a continuación, el pasamanos, todos se saludan de nuevo. Parece que todo va a quedar ahí, pero no, queda el sorteo de campos y el saque inicial. Los capitanes y los cuatro árbitros, seis si el partido es de competición europea, una vez más se chocan los cinco, collejas, palmadas e intercambio de banderines. ¿Cuántos saludos van?

                                                         




Las fotos de los 11 titulares y de los capitanes con árbitros


Todo el mundo ya se ha preguntado por la familia, hijos, mujeres y conocidos en común. Ahora vienen
las fotos de las dos alineaciones titulares. Tiempo atrás esto era como un rito, los más bajitos en cuclillas ocupando el mismo espacio que los jugadores altos que posan de pie. Sin seguir un orden geométrico exacto, la foto tenía su tradición y seriedad que los mismos jugadores seguían. Ahora, salvo algún equipo italiano, casi se ha perdido. Los jugadores de la primera fila se encorvan hacia delante de mala gana y mirando a los fotógrafos para que vayan rapidito, no tienen todo el día. Como ejemplo, vean la foto de aquí abajo, la colgó la revista Panenka en su muro de Facebook, es de hace tan solo unos días, el West Ham se jugaba una eliminatoria previa de la Copa de la UEFA, como no podía ser de otra forma, quedó eliminado.

                                                        
                               Via Revista Panenka


Un poco antes,
los capitanes de los dos equipos contendientes se han hecho la foto de rigor con los árbitros. Ahora hay tantos jueces que los futbolistas ya no saben dónde ponerse, pueden ser cinco o seis dependiendo de la competición, como ya se ha comentado. Y ahora viene la pregunta, ¿de dónde viene esta tradición, se conservan estas fotos; hay algún aficionado que, a modo de un Auggie Wren enloquecido, conserve todas y cada una de estas fotos de los partidos a los que ha asistido; qué hacen los fotógrafos profesionales con estas instantáneas; hay algún museo que las recoja?

No dejan de ser curiosidades, cosas anecdóticas, pero llamativas. Quedan por comentar las
supersticiones, las manías, de futbolistas y aficionados que no son pocas, todas tienen su porqué... pero surge un nuevo interrogante: ¿ningún jugador se revela contra los colores de las botas o contra el diseño de las camisetas que tan feas y tan caras son? Habrá una entrada sobre todo esto.







miércoles, 5 de agosto de 2015

La antigua Ciudad Deportiva del Real Madrid


Leyendo la preciosa entrevista a Miguel Ángel Corona en el numero 10 de la revista Líbero -debería ser de obligada lectura para los chicos que están en las categorías inferiores de cualquier equipo- el lector se encuentra con una respuesta del antiguo canterano del Madrid con la que es imposible estar en desacuerdo. Holden Caufield, el entrevistador, lanza una cuestión comparando la antigua Ciudad Deportiva de la Castellana con la actual, a lo que Corona responde así: Valdebebas tiene unas instalaciones impresionantes, propias de un club puntero como es el Real Madrid, sin embargo, de vez en cuando, siempre me cruzo con alguien que me dice: ¡Yo soy de los tuyos! ¡De los que jugó en la Ciudad Deportiva de verdad! ¡La de la Pista de Hielo! Tenía ese toque de club social para los socios que me gustaba mucho. La entrevista descubre a un personaje tan sensato como educado, un placer haberle conocido un poco más.


                                                      

                         Vista aérea de la antigua Ciudad Deportiva        


A la sombra de La Paz

Como dice Corona, aquel recinto era
un lugar donde se vivía y se ejercía el madridismo. Para el socio y para el aficionado de base, era un lugar de peregrinaje. Bien comunicado mediante líneas de autobuses y la parada de Metro de Begoña de la antigua línea 8 del suburbano, ahora línea 10, a apenas un centenar de metros de la Plaza de Castilla, no daba pereza ir a pasar allí la mañana de los sábados, por un precio simbólico para el público en general, gratis para los socios, se podían ver partidos de fútbol de todas las categorías del club. Quien esto escribe forma parte del invisible batallón de miles de chavales que durante los años 80 intentamos pasar el filtro para llegar a jugar el entonces llamado Torneo Social, el primer paso dentro de la cantera madridista. La prueba consistía, como no puede ser de otra forma, en jugar un partido de fútbol. Para ello, había que entrar en los vestuarios que estaban debajo del graderío del campo donde entrenaba el primer equipo y donde jugaba el Castilla. Luego de vestirte una camiseta roja o azul adidas y anudarte las botas, desfilabas perfectamente alineado en dos filas hasta el cercano campo de tierra, donde los señores Pozo y Lacuesta observaban el partido y decidían quién pasaba y quién no.

Más adelante, en los años 90, cuando este bloguero tenía esa edad en la que se empieza a meter la cabeza en el mercado laboral, solía pasar las mañanas al sol viendo los entrenamientos del primer equipo en la Cuidad Deportiva de la Castellana. Había allí
frecuentes tertulias de jubilados y desocupados, de aficionados que no tenían nada que hacer una mañana entre semana y buscaban el calor de los sueños no alcanzados y de la nostalgia. En aquellos años, no había barreras entre el aficionado y el jugador profesional, al salir del vestuario era muy normal pedir una foto un autógrafo o un recuerdo a Hugo, Emilio o Rafael. Los coches, sí, de alta gama como los futbolistas de ahora, estaban tranquilamente aparcados en la puerta de vestuarios mientras los críos culebreaban entre ellos en busca de un premio. Poco tiempo iba a durar esta situación, todos recordamos a aquella muchacha, histérica sobre el capó del coche de Iván Zamorano, como si el delantero chileno fuera John Lennon. Llegaron las vallas, los aparcamientos reservados y vigilados, el fútbol comenzó a alejarse del hincha. La antigua Ciudad Deportiva ya estaba en franco declive por falta de mantenimiento: la Pista de Hielo se abandonó, las piscinas ya no se abrían en verano, el mítico Pabellón de baloncesto se había quedado pequeño, el club de tenis agonizaba... La sombra de la torre del Hospital de La Paz se confundía con la de las piquetas que amenazaban continuamente la supervivencia de este mítico espacio. La crisis económica del Madrid encontró la solución en la venta del terreno donde se ubicaba el recinto deportivo para construir en él esos cuatro monstruos en forma de rascacielos innecesarios para el paisaje madrileño. Al fin y al cabo, fue el último servicio que prestó la mítica Ciudad Deportiva de la Castellana al Real Madrid.

                                                     
                                                     
                                Vista aérea de las cuatro torres


El frío de Valdebebas

Para acceder a la actual Ciudad Deportiva hay, básicamente, dos opciones: la primera es
tomar el Metro hasta el IFEMA, hacer una buena caminata por el perímetro del recinto ferial y cruzar temerariamente una rotonda que hay sobre una autopista; la otra, claro, es ir en coche. Asistir al estadio Alfredo Di Stefano a un partido del Castilla supone llegar con al menos una hora antes del partido para poder aparcar tranquilamente, una vez allí con tu entrada en la mano, lo único que cabe hacer es sentarte en tu localidad hasta que el partido comience. Es cierto que el club pone, o ponía, a disposición de los socios unos autobuses que parten del Bernabéu, pero esto también condiciona los horarios del aficionado. Al terminar el partido del filial, toca chuparse el atasco de salida del aparcamiento, un auténtico cuello de botella. El ambiente en el recinto es frío, está la estatua de Di Stefano sí, y es algo importante rendir tributo a los mitos, pero poco más: los campos de las categorías inferiores y la fabulosa residencia para los jugadores. El aficionado en su sitio y el futbolista también, pero cada uno por su lado y siempre por separado.

Como también decía Corona en la entrevista antes citada, no es que aquellos tiempos fueran mejores que los actuales,
tan solo son distintos. En la antigua Ciudad Deportiva se presumía que todo aquel que estaba allí, como espectador o como empleado del club, era madridista hasta la médula; en la actual, el ambiente es de subcontrata, de privatización. Ya no está el doctor Neyra ni el doctor Del Corral, está Sanitas; ya no está en el banquillo Antonio Acedo, sucesor del mítico Luis Velerda, ni siquiera se sienta ahí el hijo de Pirri, ¿quién es el fisio del Madrid ahora? Tampoco están los porteros de toda la vida, con su legendaria mala leche y su gorra de plato con el escudo del club en él, está Prosegur. Es el Real Madrid de hoy en día, el que nos toca vivir, pero no elegir cómo es. Este es otro tema.